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Unas obras de reforma realizadas en una casa del barrio de Santiago de Carmona, en el centro histórico de la localidad, han permitido el hallazgo de un conjunto de restos romanos de gran interés, entre los que destacan varios mosaicos que contribuyen a definir y ampliar el conocimiento del urbanismo romano de la ciudad.
Según el Servicio municipal de Arqueología de Carmona, estos mosaicos podrían datar del s. I d.C. y pavimentaron tres habitaciones de una domus romana, lujosa vivienda familiar de grandes dimensiones. Los mosaicos se conservan fragmentados, son geométricos y están realizados con teselas de piedra caliza de color blanco y negro de diferentes formas y tamaños, predominando las de forma cuadrada que miden 1 cm.
En el primero de los mosaicos predomina un gran fondo blanco en el que se distribuyen uniformemente alineadas pequeñas cruces de color negro. El segundo, del que se conservan aproximadamente 4 metros cuadrados de superficie, está decorado con parejas enfrentadas de peltas, motivos en forma de media luna, conocidos como escudos griegos o escudos de las amazonas, de color negro sobre fondo blanco, dispuestas de manera que al unirse sus extremos forman un motivo estrellado o molinillo en movimiento. Estos motivos se encuentran enmarcados por una gruesa trenza de cinco cabos en la zona cercana a los muros de la habitación.
El tercer mosaico pavimentaría una fuente o estanque realizada con losas de mármol de gran tamaño. Está decorado con figuras de cuadrados de color blanco decorados con motivos vegetales, que se encuentran dentro de otros cuadrados de color negro, de manera de los vértices del interior coinciden con el centro de los lados del cuadrado exterior dando lugar a una bella composición.
En las inmediaciones del solar en los que se han encontrado estos restos, se han realizado desde hace años otras intervenciones arqueológicas que han permitido conocer que a lo largo de los siglos I y II, especialmente a partir de los Flavios ( 69-96 d.C), la Carmo romana crece hacia el este y el sur. Estas zonas se encontraban sin urbanizar en momentos previos a la presencia romana en la ciudad, lo que posibilitó la construcción de grandes mansiones pavimentadas con mosaicos.