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El próximo viernes finalizará la VII edición del curso sobre Arqueología de campo, coordinado por Ricardo Lineros, director del Museo de la Ciudad de Carmona, y Juan Manuel Román Rodríguez, arqueólogo del Servicio Municipal de Arqueología del Ayuntamiento de la localidad y en el que participan un total de 20 estudiantes desde principios de agosto. Dicho seminario cuenta con el patrocinio y colaboración de la Delegación municipal de Cultura, Turismo y Patrimonio Histórico, del Museo de la Ciudad de Carmona, de la Diputación de Sevilla y la Fundación Cajasol.
Este nuevo curso de “Olavide en Carmona” se ha estructurado en un seminario sobre metodología arqueológica y en sesiones prácticas de trabajo de campo en excavación. El seminario sobre metodología ha tratado temas como la gestión de la arqueología, la estratificación arqueológica, las aplicaciones técnicas, el registro y gestión de la documentación, la arqueología paramental y bajo rasante, así como el dibujo y digitalización del material arqueológico. Para ello, se contará también con la participación de las arqueólogas municipales Rocío Anglada y Trinidad Gómez.
Por su parte, las prácticas arqueológicas se han realizado en la plaza de Julián Besteiro de Carmona, donde se han excavado restos de una edificación de época romana imperial, cuya construcción debió realizarse entre los siglos I o II d. C. y que previsiblemente se encuentran en buen estado de conservación. En dicha zona, según los coordinadores, se ha descubierto una galería de época romana cavada en la roca, que fue reaprovechada posteriormente como desagüe en época almohade entre los el siglos XII y XIII.
Esta excavación se inició en el curso de verano del año pasado sobre los restos del desaparecido Convento de San José, del siglo XVII, que estuvo en pie hasta los años 70 aproximadamente. En los niveles relacionados con el convento se encontraron durante las excavaciones una decena de enterramientos infantiles, que podrían estar relacionados con una epidemia.
Durante el curso, los estudiantes han realizado los trabajos propios de una excavación, recibiendo información práctica en las distintas cuestiones que debe conocer un arqueólogo, como metodología arqueológica, registro, dibujo de campo, topografía, fotografía, estudio de materiales, etc.
