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Tanto la Delegación de Cultura, Turismo y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Carmona como el Grupo de Desarrollo Rural están trabajando de manera conjunta para que la localidad se conecte al Camino de Santiago a través de la Ruta de la Plata, conocida desde la antigüedad como el “camino mozárabe de Santiago”.
Para el delegado municipal de Cultura, Turismo y Patrimonio Histórico, Ramón Gavira, “se trata de una posibilidad real ya que se comprueba que cada vez son más numerosos los peregrinos que realizan el Camino por la Ruta de la Plata y las previsiones indican que este volumen de personas crecerá en los próximos años, por lo que entendemos que unir Carmona con Santiago permitiría encontrar una nueva vía para difundir la riqueza patrimonial y cultural de la ciudad”.
Dada la saturación que se ha alcanzado de peregrinos en los tradicionales ramales del Camino de Santiago, se espera que el aumento que se ha detectado en el número de peregrinos desde la Ruta de la Plata aumente de manera exponencial, motivo por el que se está trabajando en la mejora de la señalización de esta vía y en la creación de un portal en el ámbito de la provincia de Sevilla que ofrezca al peregrino todos los recursos turísticos y monumentales que jalonan la ruta.
Tampoco faltan razones históricas para que Carmona forme parte del Camino de Santiago. Ya desde la antigüedad existía una ruta que, utilizando un corredor natural que articulaba el occidente de la Península Ibérica, permitía al pueblo tartesio comerciar con el norte de la meseta en el siglo VII a. de C. Fue esta ruta la que utilizaron las tropas romanas para avanzar hacia el norte.
En época del emperador Augusto y sobre todo durante los reinados de los emperadores Trajano y Adriano, ya se configura como una calzada romana que en sus inicios unía Emerita Augusta (Mérida) con Asturica Augusta (Astorga), y que continuaba por la “XXIII, Iter ab Hostio Emeritam Uxue Fluminis Anae” hasta Sevilla por el sur, y hasta Gijón por el norte a través de La Vía Carisa, calzada romana impulsada por el general Publio Carisio, cuyo objeto era unir los asentamientos militares de tierras leonesas con el mar Cantábrico. La primitiva calzada y sus prolongaciones naturales crearon una gran ruta de comunicación que unía la cornisa cantábrica con las tierras del Sur de Hispania. Por esta ruta circularon mercancías, tropas, comerciantes y viajeros, en un continuo tránsito que favoreció la difusión de la cultura romana, su lengua y modos de vida y facilitaba el control del territorio que necesitaba la administración del Imperio Romano.
La Vía de la Plata comienza a ser frecuentada como camino de peregrinación a partir del siglo IX. Es entonces cuando empieza a ser conocida también como “camino mozárabe de Santiago”, debido a que los cristianos residentes en territorio musulmán, aprovechaban la infraestructura viaria presente en la ruta hacia Santiago. Pero debemos tener en cuenta que la Ruta de la Plata tiene un trazado diferente al Camino de Santiago, aunque coincidan en algunos puntos del recorrido.