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La ruta ecuestre de carácter deportivo y medioambiental prevista el pasado domingo, y que tenía como objetivo la visualización del paisaje de La Restinga, dentro de la temporada de marchas que viene organizando el Club Caballista Carmona desde su fundación, se convirtió en un acto reivindicativo al ser negado el paso al paraje por parte de la Comunidad de Regantes del Bajo Guadalquivir, entidad que gestiona las infraestructura hidroforestal más importante de Carmona.
La petición de acceso fue realizada recientemente por la Club Caballista a la gerencia de la entidad de regantes al comprobarse que todo el recinto se encontraba vallado y con vigilancia. La respuesta negativa ha sorprendido a los directivos del club, ya que históricamente el lugar, situado en el arroyo llamado de Guadajoz, ha sido de disfrute de ganaderos, pastores, senderistas y vecinos de la comarca.
El Club Caballista considera que esta prohibición es radicalmente contraria a las finalidades contempladas en los pliegos de obras de la susodicha infraestructura hidráulica, aprobada por el Ministerio de Agricultura y de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, en los que especifica con claridad que “pretende integrar la actuación con los intereses de las poblaciones que habitan en la comarca”, entre otros objetivos de carácter social y de calidad de vida.
El Club Caballista Carmona lamenta que los más de 4,8 millones de euros invertidos en la obra dejen al margen los intereses de los habitantes del municipio carmonense, entre los que se encuentran los de carácter medioambiental, paisajístico, deportivo y cultural, además del hidroforestal. Por ello, la entidad ecuestre ha denunciado el hecho de la prohibición al alcalde de Carmona, Juan Avila, al delegado municipal de Medio Ambiente, Alberto Sanromán, y les ha requerido la gestión oficial para modificar la posición de los regantes del Bajo Gualdalquivir, así como emprender un proyecto de incidencia social para los carmonenses en el impresionante paraje de La Restinga.
