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El Ayuntamiento de Carmona ha firmado recientemente un convenio de colaboración con el Ministerio de Fomento para la financiación de las obras de rehabilitación que se están llevando a cabo en la calzada romana y el puente de los cinco ojos de la localidad y que formaba parte de la antigua Vía Augusta.
De esta manera, la Administración central destinará 504.850 euros para una intervención que ya ha iniciado el Ayuntamiento y de la que se ha ejecutado cerca del 50% de la totalidad de las obras, cuya finalización está prevista para el segundo trimestre del próximo año. La actuación llevada a cabo hasta la fecha por la Corporación Municipal ha permitido confirmar el valor patrimonial de la calzada y descubrir nuevos hallazgos arqueológicos.
El objetivo final del Ayuntamiento es el de recuperar este trayecto de calzada, que tiene una extensión cercana a un kilómetro y en la que se incluye el puente conocido como "de los cincos ojos", para mejorar su conservación y ponerla en valor dentro de la oferta cultural, turística, patrimonial y medioambiental de Carmona.
Para el alcalde de Carmona, Sebastián Martín Recio, la recuperación de la calzada a su paso por la ciudad "se inscribe dentro de la línea de actuación municipal de conservación y difusión de nuestro patrimonio, con el añadido en este caso de que al valor arqueológico de la iniciativa se une el medioambiental por el entorno en el que está situado y por sus posibilidades de transformación en una vía verde o en una ruta para senderismo".
La última gran reforma de la calzada y puente romano se llevó a cabo en el s. XVIII y desde entonces no se ha intervenido en la zona salvo algunas actuaciones llevadas a cabo en los últimos años. Este tramo de calzada formaba parte de la Vía Augusta que unía Cádiz con Roma, siendo utilizada también en época musulmana. A partir del siglo XV, la antigua calzada enlaza con el único itinerario que llegaba a la corte madrileña, con el consiguiente aumento del tránsito de personas.
A partir del siglo XIX, la calzada queda prácticamente abandonada al construirse un camino que bordeaba Carmona por el sur, con lo que su deterioro va en aumento. De hecho, desde entonces son constantes las actas municipales que recogen las quejas por el deterioro que sufre la zona.
