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El Consejo de Patrimonio Histórico celebrado este viernes en Bilbao ha aprobado la inclusión de la candidatura de Carmona como Patrimonio Mundial dentro de la Lista Indicativa de España, paso previo para su futura consideración por la Unesco.
De esta manera, Carmona entra en el inventario de los bienes españoles susceptibles de ser declarados Patrimonio Mundial en un futuro. Este inventario se conoce como Lista Indicativa y refleja la diversidad cultural y natural de un país con un potencial valor universal excepcional. Los bienes susceptibles de ser presentados posteriormente a la Lista de Patrimonio Mundial deberán permanecer un tiempo mínimo de un año en la Indicativa antes de poder presentar su candidatura formal.
El alcalde de Carmona, Juan Ávila, ha celebrado esta aprobación como un hito histórico por cuanto nuestra ciudad ya forma parte del conjunto de bienes españoles que podrían presentarse en el futuro ante la Unesco”, por lo que ha agradecido “el excelente trabajo realizado tanto por el Consejo Asesor de la candidatura, liderado por José María Cabeza, como por la propia delegación municipal de Patrimonio así como por el apoyo decisivo y clave del Gobierno Andaluz a través de la Consejería de Cultura”.
La candidatura de Carmona se centra en su paisaje cultural, patrimonial y natural; resultado de las condiciones geográficas y de la dinámica histórica acontecida en el territorio y que confirman la presencia ininterrumpida de diferentes culturas desde el principio de la intervención humana hasta la actualidad.
Carmona tiene evidencias de ocupación humana desde inicios del periodo calcolítico, hace más de 5000 años. Desde ese momento, la ciudad ha estado habitada por todas las culturas documentadas en el bajo valle del Guadalquivir, dando lugar a un valioso legado cultural que se conserva en su arquitectura y en una rica estratigrafía en el subsuelo.
Si bien Carmona podría haber presentado una propuesta centrada en su Conjunto Histórico o a algunos de sus principales monumentos como el Alcázar de la Puerta de Sevilla y sus murallas defensivas, el número y la tipología de los bienes españoles ya inscritos en las lista de Patrimonio Mundial aconsejaron presentar la candidatura de Carmona enmarcada en su paisaje, tanto urbano como rural, ya que en el mismo se encuentra reflejada la riqueza patrimonial de la localidad así como la interacción producido a los largo de miles de años entre la ciudad y el territorio.