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El Pleno del Ayuntamiento de Carmona ha otorgado por unanimidad la Medalla de Oro de la Ciudad de Carmona a las Hermanitas de los Ancianos Desmparados que rigen el Hogar-Residencia de la Santa caridad de la localidad.
Ante el próximo traslado de esta congregación a otra localidad, el pleno municipal ha querido poner de relieve con este reconocimiento “el trabajo de esta congregación religiosa durante los 43 años de permanencia en Carmona, dedicados en especial a la atención y cuidado de los ancianos”.
El Alcalde y los portavoces de los grupos políticos municipales han destacado la encomiable labor de atención y asistencia a miles de ancianos de los sectores más desfavorecidos de esta y otras ciudades, muchos de ellos en condiciones de indigencia, otros inmersos en la soledad, abandonados o sin familia, en situación precaria tanto física como mentalmente, etc; ejemplar labor social y humanitaria que es ampliamente reconocida por los carmonenses.
La distinción ha sido recogida por la Madre Provincial de esta congregación, Braulia Corral, quién ha agradecido este reconocimiento dado por la ciudad de Carmona. En el acto de entrega de la medalla han estado presentes también las hermanitas que actualmente desarrollan su trabajo en el Hogar así como una amplia representación de entidades, asociaciones y voluntarios que colaboran con ellos, entre ellos la propia Fundación Carmonense de la Caridad.
El Hogar de la Santa Caridad de Carmona es una residencia de ancianos mixta, actualmente con 87 plazas de capacidad, propiedad de la Fundación Benéfica Particular Hospital de la Santa Caridad y que es atendida desde el año 1963, por la Congregación Religiosa Hermanitas de los Ancianos Desamparados.
Esta comunidad religiosa pertenece a una congregación de origen español consagrada al cuidado espiritual y material de ancianos pobres y desvalidos. La congregación fue fundada en 1872 por Teresa de Jesús Jornet y ya en 1887 contaba con 58 casas asilos. En la actualidad, las Hermanitas de los Ancianos Desamparados cuentan con 210 casas asilos, 150 de ellas en España y las demás en Portugal, Italia, Alemania, Mozambique y varios países iberoamericanos. Con su labor, más de 28.000 ancianos son atendidos por cerca de 3.000 religiosas. El 31 de enero del año 2000 recibieron la Cruz de Oro de la Orden Civil de la Solidaridad Social, por la labor desarrollada en la atención y cuidado a personas mayores en situación de vulnerabilidad y escasos recursos económicos.