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La Delegación de Patrimonio del Ayuntamiento de Carmona, a través del servicio municipal de Arqueología, y la la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas (AAES) han llevado a cabo nuevos trabajos en el complejo subterráneos de galerías romanas de la localidad que han permitido que una de estas minas sea transitable.
Desde la firma, en 2016, del convenio de colaboración entre el Ayuntamiento y la citada asociación, se ha venido realizando un importante avance en la exploración e identificación de numerosas minas de agua romanas existentes tanto bajo el subsuelo de la ciudad como en el de su término municipal.
Entre las infraestructuras registradas hasta la fecha, destaca un impresionante conducto, construido con sillares de piedra, que fue localizado en el año 2018 durante unas obras de pavimentación en la Avenida de Portugal. El hallazgo, comunicado a la Delegación Territorial de Cultura, permitió resolver algunas de las incógnitas existentes en el estudio de las minas de agua de ese sector y sacó a la luz una magnífica obra de ingeniería romana muy bien conservada y que sigue en funcionamiento después de 2000 años.
Aunque el conducto de sillares sigue en funcionamiento, la falta de tareas de mantenimiento hizo que se acumularan gran cantidad de limos y barro en el interior de la canalización haciendo casi intransitables algunos de sus tramos y dificultando los trabajos de documentación. Por ello, desde el Ayuntamiento y con la colaboración de la AAES y la supervisión del servicio municipal de Arqueología, se ha procedido a la extracción de dichos limos quedando la mayor parte del conducto transitable y en buenas condiciones para su registro.
El alcalde de Carmona, Juan Ávila, ha señalado que “estos trabajos suponen asimismo un importante avance para nuestro objetivo de que este patrimonio, oculto durante miles de años, puede ser visitado en el futuro y formar parte de la oferta cultural y patrimonial de nuestra ciudad”.
En época romana, a través de dicho conducto salían al exterior los caudales subterráneos de, al menos, cuatro minas de agua, algunas de ellas tan importantes como las de San Antón o la de la calle Sevilla. La canalización, de la que han podido documentarse más de 60 metros, conducía el agua hasta un punto indeterminado bajo la actual Alameda de Alfonso XII donde sería aprovechada posiblemente con fines industriales y agrícolas.
Las paredes del conducto fueron construidas con bloques de piedra, muy bien trabados entre sí, que aguantaban una cubierta de losas alcorizas dispuestas a dos aguas perfectamente conservada pese a contar con dos milenios de existencia.
En el Archivo municipal de Carmona hay documentos del siglo XV que hablan de que en ese punto había una fuente de la que se abastecían los vecinos y el ganado, lo que generaba problemas de insalubridad.
A principios del siglo XVI, por petición del Concejo de Carmona, la reina Juana I de Castilla financió la construcción de una fuente, la de los Leones, y de dos pilares para el ganado, acabando así con los problemas de salud que provocaba el uso compartido.
Las tres construcciones se conservan en la actualidad y en la zona del conducto de sillares se identifican las estructuras construidas en ese momento para separar los caudales de las distintas minas según se destinaran a la fuente o a los pilares. Aunque con posterioridad se sustituyó la fuente de los Leones por otras construidas en las proximidades, el abastecimiento de agua potable de los carmonenses hasta mediados del siglo XX fue suministrado por esas minas romanas, lo que refleja las impresionantes capacidades técnicas de la ingeniería hidráulica de la época.